La madrugada del 20 de enero saliendo del tren
octubre 24, 2008 6 comentarios

"Kiss Kiss" by WinglessBird
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Hoy 24 de octubre hago mía esa frase por una razón muy específica y simple. Me he dado cuenta y reconozco que lo que sentía por mi ex no ha muerto. Esos sentimientos siempre estuvieron ahí, agazapados, esperando encontrar su cauce nuevamente.
Hace cuatro meses y medio terminamos y días atrás nos volvimos a ver. Me estremecí con el abrazo, con el roce de manos, las piernas me volvieron a temblar como la primera vez. Son señales inequívocas del lazo tan fuerte que está latente entre dos personas que han compartido años de verdadera y profunda relación. Anoche tuvimos un encuentro mágico e hicimos el amor en una azotea de Naco, luego de compartir shots de la mejor mamajuana que he probado y de exquisitos bocadillos.
Ella no conoció a nadie en estos meses. Yo, en cambio, perdí mi tiempo en una relación estéril, con una persona no apta para amar y de poca sensibilidad. Pero gracias a ese frustrado intento de formalizar una unión, pude discernir entre lo que vale y lo que no. Una vez más compruebo que no todo lo que brilla es oro.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Pero como la vida no tiene un libreto, lo mejor es dejarse llevar, fluir y soñar, añorar ser feliz, no desistir de los intentos y mostrarles a los demás cuál es su valor. Y si la persona que se muere por estar a tu lado te confiesa que siempre te esperó, te trae su corazón en la mano y está dispuesta a remendar los destrozos que me ocasionaron…, coño, no le des más vueltas al asunto, vuelve a montarte en ese tren.
Esta canción de La Oreja de Van Gogh fue hecha para nosotros. Era nuestro himno, nos la cantábamos el 20 de cada mes. Mi chiquita no se olvidaba nunca de una fecha, un aniversario, era como yo, de detalles, con el romanticismo a flor de piel y las mismas ganas de desvivirse por mí, por verme feliz. Gustos afines, buen sentido del humor, cero traumas sexuales (me llevaba al séptimo cielo), me dejaba escoger la emisora en su carro, no le molestaba mi sudor y me decía «te quiero» todas las veces que fueran necesarias…
Como dice Fito, «¿quién dijo que todo está perdido?, yo vengo a ofrecer mi corazón».
20 DE ENERO
Pensé que era un buen momento,
por fin se hacía realidad,
tanto oír hablar de tu silencio,
dicen que te arrastra como el mar.
Llené de libros mi maleta,
también de fotos tuyas de antes,
dibujé tu sonrisa junto a la mía,
me dormí con tu abrigo en el sofá.
Quiero estar a tu lado,
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
quiero quererte o morir…
Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero y te adoro y te vuelvo a querer.
Cogí un tren que no dormía,
y vi tu cara en un cristal,
era un reflejo del sol de mediodía,
era un poema de amor para viajar.
Quiero estar a tu lado,
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
quiero quererte o morir…
Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero y te adoro y te vuelvo a querer.
Te perdí y no te perderé,
nunca más te dejaré.
Te busqué muy lejos de aquí,
te encontré pensando en mí.
Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.
(Una cuña: más adelante daré a la luz una entrevista inédita con este grupo; los conocí en La Habana, en la feria Cubadisco 2002).
Sembraron un abrazo: