La frase (167)

always by_chriseastmids

«Always…» by Chriseastmids

«La rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos».

(Alejandra Pizarnik)

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Felicidades a quienes paren versos

"Melody of My Brain" by Gaby Moel (G_Leom)

"Melody of My Brain" by Gaby Moel (G_Leom)

Una felicitación especial a quienes no se conforman con la realidad y crean micromundos de palabras con metáforas y cuanta figura literaria se le ponga delante… Por eso lo mejor es festejar con versos el Día Mundial de la Poesía, como estos de la cubana María Liliana Celorrio (Las Tunas, 1958):

TANGO BAR

Dónde está mi libro
el que perdí o presté.
Vinieron los amigos
revolvieron los rescoldos
la ceniza de la casa
se llevaron mi foto
en la que soy niña.
Dónde mi infancia
la que perdí o presté.
Dónde los lazos de los cintillos.
Sólo tuve los fósforos de mi madre
Para alumbrarnos en las noches de lluvia.
Dónde estás tú
el que perdí o presté.
Dónde las luciérnagas que se pegaban
a tu pulóver de adolescente
aquellas noches de frío en que decías amarme.
Dónde la gente
el panadero
aquel suicida por amor o aburrimiento.
Todos se fueron
sólo quedo yo
y no sé si me perdí o me presté.
Pero estoy
estoy.

Tomado de la revista Letras Cubanas No. 15, Año V (julio-septiembre, 1990).

¡Feliz nueva década!

"Colourful Sphere" by Magnusti78

"Colourful Sphere" by Magnusti78

Otra década

mis semillas en tu sol

renacer de almas.

(© 2009 – Adrian R. Morales, Haiku)

Aunque la actual década, la primera del siglo XXI, termina el 31 de diciembre de 2010, desde ya empecemos a despedirla… ¡Felicidades!

La foto gourmet (10)

Lonely_Fighter_by_Eckenheimer

"Lonely Fighter" by Eckenheimer

CAVALO MORTO

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.

Un poema de Lèdo Ivo es una luciérnaga que busca una moneda perdida. Cada moneda perdida es una golondrina de espaldas posada sobre la luz de un pararrayos. Dentro de un pararrayos hay un bullicio de abejas prehistóricas alrededor de una sandía. En Cavalo Morto las sandías son mujeres semidormidas que tienen en medio del corazón el ruido de un manojo de llaves.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.

Lèdo Ivo es un hombre viejo que vive en Brasil y sale en las antologías con cara de loco. En Cavalo Morto los locos tienen alas de mosca y vuelven a guardar en su caja las cerillas quemadas como si fuesen palabras rozadas por el resplandor de otro mundo. Otro mundo es el fondo de un vaso, un lugar donde lo recto tiene forma de herradura y hay una sola tarde forrada con tela de gabardina.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.

Un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo es un río que madruga para ir a fabricar el agua de las lágrimas, pequeñas mentiras de lluvia heridas por una púa de acacia. En Cavalo Morto los aviones atan con cintas de vapor el cielo como si las nubes fuesen un regalo de Navidad y los felices y los infelices suben directamente a los hipódromos eternos por la escalerilla del anillador de gaviotas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.

Un poema de Lèdo Ivo es el amante de un reloj de sol que abandona de puntillas los hostales de la mañana siguiente. La mañana siguiente es lo que iban a decirse aquellos que nunca llegaron a encontrarse, los que aún así se amaron y salen del brazo con la brisa del anochecer a celebrar el cumpleaños de los árboles y escriben partituras con el timbre de las bicicletas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.

Lèdo Ivo es una escuela llena de pinzones y un timonel que canta en el platillo de leche. Lèdo Ivo es un enfermero que venda las olas y enciende con su beso las bombillas de los barcos. En Cavalo Morto todas las cosas perfectas pertenecen a otro, como pertenece la tuerca de las estrellas marinas al saqueador de las cabezas sonámbulas y el cartero de las rosas del domingo a la coronita de luz de las empleadas domésticas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo.

En Cavalo Morto cuando muere un caballo se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere un evangelista se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere Lèdo Ivo llaman al sastre de las mariposas para que lo resucite. Háganme caso, los recuerdos hermosos son fugaces como las ardillas, cada amor que termina es un cementerio de abrazos y Cavalo Morto es un lugar que no existe.

© Juan Carlos Mestre, poeta y artista visual, nace el 15 de abril de l957 en Villafranca del Bierzo, León, España.

En 1982 publica su primer libro, Siete poemas escritos junto a la lluvia, al que seguirán, en l983, La visita de Safo y Antífona del Otoño en el Valle del Bierzo, poemario con el que obtiene el PREMIO ADONAIS de poesía en l985. En l987, durante su estancia de varios años en Chile, publica Las páginas del fuego y, ya de regreso a España, La poesía ha caído en desgracia (Editorial Visor), libro por el que se le otorga en l992 el PREMIO JAIME GIL DE BIEDMA.

Como artista visual ha expuesto su obra gráfica y pictórica en galerías de Europa, Estados Unidos y América Latina, así como editado numerosos libros en colaboración con otros artistas y poetas como José María Parreño, Amancio Prada y Rafael Pérez Estrada.

Con La tumba de Keats, editado por Hiperión y escrito durante su estancia en Italia como becario de la Academia de España en Roma, obtuvo el PREMIO JAÉN de poesía 1999, año en el que se le concede una Mención de Honor en el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía Nacional. Las estrellas para quien las trabaja, su publicación más reciente, apareció en la colección Cuadernos de la Borrachería, Zamora, en el año 2001.

Más información sobre el autor en su página web: http://www.juancarlosmestre.com/