Premio Blog de Oro

PREMIO BLOG DE ORO Siempre es agradable recibir reconocimientos, en especial cuando vienen de personas por quienes sientes respeto, admiración y cariño. Ese es el caso de Yulendys Jorge Valerio, autora de las bitácoras Respiro quieto, La memoria desvelada y Marcalibros. Viniendo de ella, un ser de extraordinarios valores humanos y acertado criterio, el premio adquiere mayor connotación. Lo que Yulendys no sabe es que hoy, 20 de julio, este abrazador rincón cumple su primer año de vida. Le agradezco de corazón y cumplo con las exigencias de poner el sello en manos de los siguientes autores de blogs:

El orden es sólo alfabético. Hay más –muchos más– blogs que en algún momento de este tránsito por las autopistas de la información dejaron una huella en mí, me brindaron su compañía o simplemente me abrieron sus puertas para hacerme sentir como en casa. A todos, mis saludos y buenos deseos.

Aquí las normas:

  1. Exhibir la imagen del sello.
  2. Poner el enlace de la persona que te lo ha regalado.
  3. Elegir 10 personas para otorgárselo.
  4. Escribirles un mensaje en su blog para que se enteren de su premio.
Anuncio publicitario

Lo dijo un cantautor (7)

"La cosecha del dolor" by JVG246

"La cosecha del dolor" by Jessica Vallarino

Lo dijo el cantautor cubano Santiago Feliú en una de las más bellas canciones de amor jamás escritas, «Para Bárbara». «El Eléctrico», como lo llaman sus amigos, es derecho y toca la guitarra a la zurda, él no sabe por qué. Bárbara, nombre de su primera barbara wall eyeesposa, fue la inspiración para este tema que incluyó en su primer disco, Vida, grabado en Argentina en 1986. Hoy quiero dedicársela, acompañada de mi cariño y admiración, a mi buena amiga Bárbara Wall, autora de la bitácora Surrealidad como escape (Mi mente y yo). Para ti, Vampiresa, «Para Bárbara».

Siento que tus destellos ahogan mi brisa,
mi brisa que presiento inagotable, azul, infinita;
límpida brisa de lirismo inevitable,
soplo de sueños que en mi verso se derrama.

santiago feliuSi de mi voz florece la canción,
motivo de tu dar;
si de tus ojos nace la bondad
de abrirme en el verso un palpitar:
no me dejes ir.