Lo dijo un cantautor (24)

Polito Ibáñez (Foto: Iván Soca Pascual. Concierto de Silvio Rodríguez en Lutgardita).

LAS COSAS SIMPLES

Como un ave del otoño que se aleja sin regreso
como el sabor a cenizas, como un beso
como palabras prohibidas,
como el arco de tus cejas
como fotos amarillas, fotos viejas

Como un grito tras la puerta
como madrugada incierta
como duermen los luceros
como por tus pies mis dedos

Como palomas suicidas
como autos en la avenida
como las teclas de un piano
como flores del pantano

Como senos encendidos
como crimen y castigo
como el pájaro que vuela
como niños en la acera
como flota una gabarra
sobre las aguas del Sena
así son las cosas simples que me llenan

Como un ave del otoño que regresa desde el fondo
como se esconde el pasado en los escombros
como el golpe de la lluvia en la paz de los vitrales
como el misterio que envuelve las ciudades

Como las voces del puerto
como el roce de los cuerpos
como arena en el desierto
como el que esconde un secreto en el guardarropa
como algo mineral, labios contra el cristal
la niebla sobre el mar

Como un loco de la noche
espantado por el día
como habitan los enanos
un mundo de fantasías
como flota una gabarra
sobre las aguas del Sena
así son las cosas simples que te llenan

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La Torre Eiffel cumple 120 años

TorreeiffelUno de los monumentos más visitados del mundo, la Torre Eiffel, acaba de cumplir 120 años. Por ese motivo, el ayuntamiento de París inauguró este mes la muestra «Gustave Eiffel, el mago del hierro», para sumarse al homenaje del aniversario.

Con 324 metros de altura, contando las antenas de televisión, la «Grande Dame» o la Dama de Hierro, como la llaman, es todavía fuente de pasiones encontradas de amor y odio, aunque predomina ya ampliamente el culto a su figura.

Situada en el extremo del Campo de Marte, frente a las orillas del río Sena, la Torre Eiffel fue el sitio turístico más visitado del mundo en 2008, con seis millones 930 mil personas. Quedó detrás del Museo del Louvre, que superó los siete millones de visitantes el pasado año. Los registros toman en cuenta sólo a quienes ingresan a los miradores de la Torre.

El monumento empezó a romper la armonía del Campo de Marte cuando comenzaron los trabajos, en 1887. Prominentes parisinos de la época intentaron detener su construcción. La consideraban «monstruosa e inútil». Poco a poco, los vecinos la fueron viendo la torre con otros ojos, decían que sólo duraría 20 años.

No había en el mundo ninguna otra edificación que superase sus 300 metros de altura. Hoy, con casi 7 millones de visitantes al año, es un ícono de la modernidad que ha sobrevivido al odio de retrógados, especuladores e incluso, a los nazis quienes la incendiaron en 1944.

En sus entrañas trabajan más de 500 personas. Entre sus empleados destacan los encargados de la iluminación del monumento, unos «electricistas-alpinistas» a los que les encanta su oficio. (Haz click en la foto para ampliarla).