Un mundo de corcho

Son muchas las cosas que se pueden crear con los corchos de los vinos. La obra del albanés Saimir Strati, por ejemplo, es a base de tapones de corcho que reutiliza para componer sus murales. El singular artista posee cuatro récords Guinness, el tercero de ellos (en 2007) por un mosaico para el que empleó 230,000 corchos y en el que aparece un joven con una corona tocando la guitarra, mientras baila con el mar y el sol del Mediterráneo.

Pero también los corchos pueden reusarse en artículos utilitarios:

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