Cómo construir el amor y no morir en el intento

El amor no hay quien lo entienda, eso está claro. ¿Cómo es posible que nos enamoremos de alguien a quien apenas conocemos, de quien no sabemos nada? Eso es un misterio. ¿Se puede ser feliz en silencio? Sí, pero esa felicidad termina transformándose en agonía porque llega un momento en que pedimos más y queremos romper el silencio. No es lo mismo amar que estar enamorado. Qué sensación tan agradable sentirse atraído por alguien y desnudar ante esa persona nuestros pensamientos más íntimos. Es ahí cuando nos parece que logramos esa conexión especial con alguien que sobresale de la media por sus características especiales –valga la redundancia–, características que somos nosotros quienes las exageramos e idealizamos en muchas ocasiones. El placer que produce estar enamorado no tiene comparación, algo en nosotros cambia, la química del cuerpo se altera, se producen las conocidas endorfinas. La felicidad es tanta que nos sentimos en las nubes, de buen humor, como tontos que no tienen motivos para preocuparse ni pensar en los avatares y días rutinarios, pues cuando estamos enamorados todo es color de rosa, la pareja nos parece perfecta, ni mandada a hacer. Pero solo empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados. Dicen eso y suena convincente.

El amor requiere tiempo, conocer a la otra persona, sus defectos, lo positivo y lo negativo de la relación. Enamorarse es solo el principio. Muchas personas son adictas a estar enamoradas, terminan sus relaciones cuando la magia de haber conocido alguien nuevo desaparece, cuando empiezan a ver defectos en la otra persona. Claro que el amor no es ciego. Quien diga lo contrario, miente… Amar a alguien implica ver sus defectos y aceptarlos, ver sus fallas y querer ayudarle a superarlas. Y viceversa. El amor verdadero tiene sus bases en la realidad, no en el cuento del príncipe azul, la princesa encantada, el bosque desencantado y los frijoles mágicos. Se trata de poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla. Nadie es perfecto, eso también está muy claro. Se puede sentir gran admiracion por alguien, se puede anhelar tener una relación con una persona que parece especial o que ha hecho algo grande por nosotros, pero eso no quiere decir que la amemos. El amor es otra cosa, nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de intereses mutuos, de sueños compartidos, de complicidades y confabulaciones… No podemos amar a alguien que no nos ama y no se interesa por nosotros. El verdadero amor es recíproco, bidireccional.

P.S. Todos los besos que te he dado y las veces que me he estremecido a tu tacto –al punto de tú asustarte por no saber que la felicidad puede causar espasmos–, son señales inequívocas de lo inmenso que es esto que siento por ti y que ya no me esfuerzo en esconder, ya no me interesa si caigo… 

Oh, kiss me beneath the milky twilight
Lead me out on the moonlit floor
Lift your open hand
Strike up the band and make the fireflies dance
Silver moon’s sparkling
So kiss me…