

"Living in a material world"
Y se fue noviembre, un mes cargadito de acontecimientos y emociones. Reinó la alegría más que otra cosa. Fue un noviembre vivido intensamente. A ver, pasemos revista, que vale la pena. Tal vez porque no lo haré cuando se acabe el año. Fue mi cumpleaños y un grupo de amigos montaron una celebración sorpresa. El que ahora llaman «el negro con el futuro más blanco» hizo latir al mundo con una aplastante y esperanzadora victoria: Barack Obama fue electo presidente de Estados Unidos.

Audrey Campos
El plano musical estuvo muy movido. Hubo conciertos de exponentes del patio hasta para hacer dulce, para ponerlo en buen cubano. Pero tanto ajetreo solo me permitió asistir a los de Diego Mena y Nelson Poket, a quienes Dios crió pero ellos se juntaron en Cinema Café –también estuvo Khalo–; y Funky Divas, un concierto benéfico en el que Audrey Campos, Ana Félix, Mariela Viñas y Shara Viñas, entre otras, hicieron un llamado a recaudar fondos para la lucha contra el cáncer que afecta a la mujer. La sede no podía ser otra que Hard Rock Café Santo Domingo. Me perdí el debut de mi amiga Deidamia Galán como cantante, pero ella sabe que yo la quiero y ya iré a apoyarla o la obligaré a interpretarme algo.

Julieta Venegas
Luis Miguel, Juanes y Julieta Venegas, tres grandes de la música latinoamericana que pisaron suelo dominicano –gracias a Bravo Entertainment y Gamal Haché–, y dieron lo mejor de sí ante un público ávido. Ok, Julieta se presentó anoche primero de diciembre, pero aquí voy a hacer una pequeña trampita, ¿qué tal si noviembre hubiese tenido 31 días? De esos tres conciertos, los que más gocé fueron los de Juanes y la Venegas.

Cayeno con cayenas
Nació Cayena, la primera revista digital concienzuda dedicada a la mujer dominicana y a todo el que quiera abrazarla, un proyecto impregnado de humanidad y buenas intenciones, esas que sus creadoras Yulendys Jorge e Itania María saben imprimir. Un gran privilegio formar parte de ese ecléctico equipo. Una excelente oportunidad para conocer a la actriz Michelle Rodríguez, que se encontraba en la filmación de «Trópico de Sangre» y quien accedió gentilmente a conversar con nosotros. Por otro lado, me escribió la única e incomparable Daína Chaviano, mi paisana, la mejor de las autoras de ciencia ficción y literatura fantástica de todos los tiempos.

La Chuli perdió los zapatos
Casi olvido el cumpleaños de Oscar, otro escorpión que propició una juntadera en la azotea de la Yanecita. Y la gran celebración del mes, la boda de Mariel. Luego de varias cherchas, con mucho Premio, mamajuana, humus y picaderas del Gran Chef Franz Azafrán, en la azotea de la casamentera –sí, porque ese mes fue de azotea en azotea–, llegó el día de la tan esperada unión entre Mariel y Robert. La fiesta, en Taboo Bamboo, un verdadero jolgorio, con parejas típicas de perico ripiao y diablos cojuelos, al mejor estilo dominicano, para que el novio –en ese momento ya era esposo– y su gringa familia conocieran más de la cultura de esta media isla. La hora loca fue la hora de los payasos. Pitos, narizotas, sombrerotes, zapatones, espejuelones, corbatas… y el tío Lépido dando cintura. Gracias, Mariel, por ese detalle de incluir una canción para mí en el programa del DJ. «I close my eyes, oh God I think I’m falling out of the sky, I close my eyes…»

Sin comentario
Hasta jugué Poker Chino por primera vez y gané. También me estrené en Wii y gané (lo siento, Estíbaliz, eres muy lenta para competir conmigo, tienes que ingerir más «humus»). Mi padre cumplió años. La mítica y embriagante ciudad de La Habana celebró 489 primaveras. Se graduó Irene, por fin. Ah, hice aportes al Kamasutra. Y por si fuera poco, me nació una sobrina postiza. Seguro se me olvida algo, humano al fin.
Sembraron un abrazo: