Indagación del choteo

"lol wut" by Stfuah

Revisando viejos archivos me encontré con Indagación del choteo, una brillante conferencia del intelectual y filósofo cubano Jorge Mañach (1898-1961). He aquí un fragmento que no tiene desperdicio.

Hubiera errado mucho su propósito esta conferencia si dejara la impresión de que, al condenar el choteo sistemático, he querido también desestimar o menospreciar aquellas manifestaciones del jovial ingenio que son la sal de la vida, o aquella alegría limpia y sana cuyo cultivo es, precisamente, la consigna de nuestro tiempo. La misma burla es a veces lícita y necesaria: «cosas hay –decía Gracián– que se han de tomar de burlas, y tal vez las que el otro más de veras»; pero «el mismo nombre de sales está avisando cómo se han de usar», y lo detestable es tan sólo «venir a parar en hombre de dar gusto por oficio, sazonador de dichos y aparejador de la risa».

La alegría es aún más apetecible, porque cuando es alegría auténtica, denuncia una juventud interior, una riqueza de vitalidad que multiplica nuestro entusiasmo para todas las faenas del esfuerzo. Si por algo el arte de nuestro tiempo sustenta una briosa reacción contra el romanticismo de nuestros mayores, es precisamente porque al romanticismo –melancólico y lacrimoso– le faltaba esa energética alegría del hurra, que estremece, como una conquista o como una aspiración, hasta el arte más dramático de la hora actual.

(1928)

Jorge Mañach. Imagen perteneciente al archivo fotográfico de la revista Bohemia.

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Blanca Kais, como la turmalina

Cayena.com.do

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La portada de Cayena trae hoy la entrevista que le realicé a la escritora dominicana Blanca Kais Barinas. Pueden acceder al texto completo en el sitio de la revista.

ARM: San Cristóbal te debe mucho. Allí presides el Centro Duartiano y tu labor con los jóvenes, como directora de la Casa de la Cultura, es meritoria.

BK: Bueno, espero que sea meritoria. Necesitamos relevo, a la juventud le hace falta orientación y apoyo. Uno se desespera porque quiere hacer más… Tengo dos experiencias hermosas. A veces llamo a los niños limpiabotas del parque para leerles cuentos. Un día uno de ellos se me quedó mirando muy atento, y al preguntarle por qué me miraba así, me dijo: “es que yo nunca había oído un cuento”. En otra oportunidad fui a una escuela de barrio, de bajos recursos, a dar una charla sobre la importancia de la lectura. Cuando iba por la calle, un niño me gritó: “¡Blanquita, Blanquita, ya tengo un libro!”. Él lo expresaba como si tuviera un tesoro, como si fuera un premio. Para mí resultó ser el mayor premio, ver que un niño, a quien yo incentivé a leer, ya estaba leyendo. Eso es bello.

ARM: ¿Cómo te sientes al ver crecer a tus alumnos en el mundo artístico?

BK: Es una bendición asistir a sus exposiciones, verlos iniciarse en los caminos del arte y hacerse hombres y mujeres de bien. Muchos de esos jóvenes se han destacado en la literatura, en sus actitudes ante la sociedad. El trabajo ha sido duro, difícil, pero he visto los resultados.

Tania Mukai se desnuda para Cayena

Cayena.com.do

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A primera vista, este post podría sonar sensacionalista , lo cual estaría bien si Tania Mukai, la entrevistada que Cayena trae en portada hoy, fuera del mundo de la farándula o sectores afines. Pero como este blog está en contra de la censura y le gusta alebrestar –además de abrazar–, opté por un título más llamativo y que en el fondo concuerda con lo que esta domínico-japonsa hace en la entrevista. Sí, Tania se desnuda, nos revela su visión de la vida, sueños, frustraciones y retos. Pero no te digo más. Deja que sea ella misma quien conduzca, cual Ariadna del ciberespacio, esta madeja de preguntas y respuestas.

A la familia Mukai la ubicaron en Agua Negra, un campo de Pedernales. Les habían prometido varias tareas de tierra para cultivar café, pero lo que encontraron fueron unos pedregales imposibles de arar. Muchos inmigrantes se sintieron defraudados y traicionados por ambos gobiernos. Algunos acudieron al suicidio, otros siguieron para Perú y Brasil, donde ya existía una sólida comunidad japonesa, otros regresaron a su tierra y un grupo decidió quedarse en República Dominicana al no tener nada en Japón ni dinero para pagar el pasaje de regreso.

Hoy la familia de Tania sobrepasa los 30 miembros y sigue creciendo. «Sé que mis abuelos y mi bisabuela están felices en el cielo, al ver que a pesar de las dificultades sus hijos han logrado mantener la cultura japonesa viva en las nuevas generaciones. Eso pretendo hacer con mis hijos, por sus venas correrá sangre nipona y los haré sentir especiales por ello», afirma Tania con visible orgullo.

Lee la entrevista completa aquí.