Cintio Vitier, el poeta, se despide

Cintio VitierHablando de despedidas, no podía pasar por alto la de Cintio Vitier, uno de los grandes de la literatura cubana e iberoamericana. El gran poeta, ensayista e intelectual falleció el primero de octubre, en La Habana, seis días después de cumplir 88 años.

Nació en Cayo Hueso, Florida, Estados Unidos. Graduado de Doctor en Leyes, fue el más importante estudioso de la obra del Héroe Nacional Cubano, José Martí y una de las figuras más importantes de la intelectualidad de la Isla. En 1938 publicó su primer libro, «Poemas». Perteneció al grupo de poetas que hizo la revista Orígenes (1944-1956).

Además de su importante labor como profesor universitario, dirigió la edición crítica de las Obras completas de Martí y la edición crítica de la novela «Paradiso», de José Lezama Lima, traducida a varios idiomas.

En 1988 recibió el Premio Nacional de Literatura, también le fue conferido el Premio Juan Rulfo correspondiente al año 2002. Su viuda, Fina García Marruz, es otra grande de las letras cubanas.

Fina y Cintio, durante un conversatorio en el periódico Juventud Rebelde.

Fina y Cintio, durante un conversatorio en el periódico Juventud Rebelde. Marzo de 2007. Foto: Marilyn Hernández.

Y un poema:

LOS LÍMITES FUTUROS

A José María Valverde

He tocado estos límites, los he masticado,

los he digerido (mal, desde luego),

los he trasmutado en días enormes y pequeños,

los he mandado a la luna de ida y vuelta,

los he dejado en Venus una tarde,

me he vestido con ellos para festejar mis bodas,

los he visto arder en la ceniza,

los he llenado de flores e improperios,

los he confundido con el patio de mi casa,

me han atendido como sirvientes,

médicos, psicólogos y sepultureros,

los he oído recitar sus poesías,

los he llevado como bastón, como amuleto,

como título de propiedad, como esperanza,

se han puesto a discutir con los vecinos

y desde luego con las nubes y los gatos,

los he sacado a puntapiés y me han abierto

las puertas del crepúsculo llorando,

se han llenado de rabia y de deseo,

se han puesto a recordar en la azotea,

juntos oímos música y leemos,

juntos sufrimos, nacemos y cantamos,

sus ojos borrarán estas palabras.

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Una palabra… como epílogo

UNA PALABRA

Una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento que esconde el agua
como las flores que esconde el lodo.

Una mirada no dice nada
y al mismo tiempo lo dice todo
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algún tesoro.

Una verdad no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
como una hoguera que no se apaga
como una piedra que nace polvo.

Si un día me faltas no seré nada
y al mismo tiempo lo seré todo
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo,
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo.

Y con esta sencilla y a la vez profunda canción de uno de mis cantaurores favoritos, Carlos Varela, me despido. Fueron dos meses y medio de locura, arrebato, alegrías, tristezas, incertidumbres, descubrimientos, encontronazos, conquistas, derrotas y muchísimas sensaciones más. Fue una interesante y enriquecedora experiencia saber que personas ajenas, distantes y desconocidas se estremecieron con lo que escribí.

Si en algún momento le hice la vida un poquito más feliz a alguien, enhorabuena; si, por el contrario, removí espinas y heridas, lo siento, mi más sincero perdón. De cualquir manera, un abrazo, un abrazo desde donde nacen estas palabras que no dicen nada y al mismo tiempo lo dicen todo…

Me marcho con mi música y mi verdad a otra parte, mi verdad que no dice nada pero al mismo tiempo lo esconde todo, como esta hoguera que no se apaga, como esta piedra que rodó rumbo al éxtasis y extravió la ruta de los abrazos soñados.

Agradecido.

Adrian R. Morales

Life is short!
Break the rules,
Forgive quickly,
Kiss slowly, Love truly,
Laugh uncontrollably,
And never regret anything that made you smile!