Lo dijo el cantautor Silvio Rodríguez
noviembre 28, 2009 1 comentario
Desde la sección «Lo dijo un cantautor» –en su entrega número 12–, quiero brindar mi felicitación a la voz mayor de la nueva trova, el gran Silvio Rodríguez Domínguez, que mañana domingo 29 de noviembre cumple 63 abriles. Al igual que muchos, me he preguntado qué hubiera sido de ese movimiento sin él, y más aún, qué hubiese sido de la cultura cubana sin su aporte.
Hoy podría aprovechar para mimarme un poco y poner en esta entrada mi canción favorita de Silvio. Requiem, Aunque no esté de moda, Ángel para un final, Sólo el amor, Te amaré, Mariposas, No hacen falta alas, Quién fuera, Canto arena, El día feliz que está llegando, Te doy una canción, Canción del elegido, El Mayor, Óleo de una mujer con sombrero…
Imposible, imposible. Son tantas las favoritas, las imprescindibles, las clásicas de siempre, las universales… Ya veré por cuál me decido. Mientras, las noticias hablan del privilegio que tuvieron los venezolanos que hoy asistieron al «Silviando en Caracas. Tributo a un trovador», en el Museo de Bellas Artes.
Temas como Pequeña serenata diurna, Causas y azares, El necio, El escaramujo y Te doy una canción fueron interpretados por artistas venezolanos y cubanos: Ismael de la Torre, Danilo Vázquez, Pinky, Pavel Póveda, Charly Salgado, Adrián León, Mauricio Figueiral y Raúl Verdecia.
Dayana Ortiz, Yeniana Ordaz y Julio Viso leeyeron poemas y textos sobre el artista nacido en 1946, en San Antonio de los Baños, y considerado uno de los mayores impulsores de la nueva canción latinoamericana.
¡Felicidades, maestro!
CANCIÓN EN HARAPOS
Que fácil es agitar un pañuelo a la tropa solar
del manifiesto marxista y la historia del hambre.
Que fácil es suspirar
ante el gesto del hombre que cumple un deber
y regalarle ropitas
a la pobrecita
hija del chofer.
Que fácil de enmascarar sale la oportunidad.Que fácil es engañar al que no sabe leer.
Cuántos colores, cuántas facetas
tiene el pequeño burgués.
Que fácil es trascender con fama de original,
pero se sabe que entre los ciegos el tuerto suele mandar.
Que fácil de apuntalar sale la vieja moral,
que se disfraza de barricada
de los que nunca tuvieron nada.
Qué bien prepara su máscara el pequeño burgués.Viva el harapo, señor,
y la mesa sin mantel.
Viva el que huela
a callejuela,
a palabrota y taller.*Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir
la caravana en harapos de todos los pobres.
Desde un mantel importado y un vino añejado
se lucha muy bien.
Desde una mesa gigante y un auto elegante
se sufre también.
En un amable festín se suele ver «combatir».Si fácil es abusar, más fácil es condenar,
y hacer papeles para la historia, para que te haga un lugar.
Que fácil es protestar por la bomba que cayó
a mil kilómetros del ropero y del refrigerador.
Que fácil es escribir algo que invite a la acción
contra tiranos, contra asesinos,
contra la cruz o el poder divino,
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.Viva el harapo, señor,
y la mesa sin mantel.
Viva el que huela
a callejuela,
a palabrota y taller.
* Originalmente decía burdel.
Navegando por YouTube me tropecé con esa interpretación de Canción en harapos, tema compuesto a principios de los 70 pero recogido en el disco Causas y azares, de 1986. La poderosa letra habla por sí sola. Como siempre, la escalinata de la Universidad de La Habana vibró con la energía de un concierto que marcó la vida de los que allí estuvieron esa noche de 1985.
Sembraron un abrazo: