Lo dijo un cantautor (15)

"Chaplin" by X_TAKASHI_X

Lo dijo el cantautor Luis Eduardo Aute, pero le pone voz Joan Manuel Serrat, en una versión incluida en el disco homenaje «Mira que eres canalla, Aute».

De alguna manera
tendré que olvidarte,
por mucho que quiera
no es fácil, ya sabes,
me faltan las fuerzas,
ha sido muy tarde
y nada más, y nada más,
apenas nada más.

Las noches te acercan
y enredas el aire,
mis labios se secan
e intento besarte.
Qué fría es la cera
de un beso de nadie
y nada más, y nada más,
apenas nada más.

Las horas de piedra
parecen cansarse
y el tiempo se peina
con gesto de amante.
De alguna manera
tendré que olvidarte
y nada más, y nada más,
apenas nada más.

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Curiosos traseros al aire

Los chinos siempre tan ingeniosos...

La foto gourmet (8)

jmam-habana-malecon

© Joseba M. Arginzoniz Martin

POEMA CI

La criatura de isla paréceme, no sé por qué, una criatura distinta.
Más leve, más sutil, más sensitiva. Si es flor, no la sujeta la raíz; si es pájaro, su cuerpo deja un hueco en el viento;
si es niño, juega a veces con un petrel, con una nube…
La criatura de isla trasciende siempre al mar que la rodea y al que no la rodea.
Va al mar, viene del mar y mares pequeñitos se amansan en su pecho, duermen a su calor, como palomas.
Los ríos de la isla son más ligeros que los otros ríos.
Las piedras de la isla parece que van a salir volando…
Ella es toda de aire y de agua fina.
Un recuerdo de sal, de horizontes perdidos, la traspasa en cada ola, y una espuma de barco naufragado le ciñe la cintura, le estremece la yema de las alas…
Tierra firme llamaban los antiguos a todo lo que no fuera isla.
La isla es, pues, lo menos firme, lo menos tierra de la Tierra.

© Dulce María Loynaz (Poemas sin nombre, 1953)

La frase (54)

"Electric Buddha" by Cranberryboy

"Electric Buddha" by Cranberryboy

«La mayoría de los seres humanos son como hojas que caen de los árboles, que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y se precipitan en el suelo. Otros, por el contrario, casi son como estrellas, siguen su camino fijo, ningún viento los alcanza, pues llevan en su interior su ley y su meta».
(Buda)