El cartel (14)

"Nada+", de Juan Carlos Cremata Malberti (2001)

"Nada+", de Juan Carlos Cremata Malberti (2001)

nada-poster-smallA veces es difícil encontrar en Internet los carteles de películas independientes. Si aparecen, puede que no tengan óptima calidad. No creo que este sea el cartel original, pero lo traigo para que la sección no sufra altibajos en cuanto a imagen. El original, a la izquierda –creo sea ese–, lo encontré en baja resolución.

Tuve la oportunidad de ver «Nada+», ópera prima del cubano Juan Carlos Cremata Malberti, en diciembre de 2001, en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que cada año se celebra en La Habana. En ese entonces su título era simplemente «Nada» y su director la presentó como la primera entrega de una trilogía que incluiría «Nadie» y «Nunca». Pero esos dos guiones nunca se han filmado, siguen en la sombra por falta de financiamiento, según supe.

Cine Payret, La Habana

Cine Payret, La Habana

Recuerdo la gran expectación generada por el rodaje de «Nada». Después constaté la razón de la algarabía. El filme narra la historia de Carla Pérez (Thais Valdés), una empleada de una oficina de correos que reescribe las cartas que pasan por sus manos para tratar de proporcionarles a sus destinatarios un poco de felicidad y hacerles la vida más llevadera. Esa es su forma de matar la rutina y el aburrimiento mientras espera los resultados de la lotería de visas que cada año Estados Unidos ofrece a Cuba. Los padres de Carla residen en Miami.

La multipremiada película recibió una calurosa ovación en el Festival de Cine de Cannes, en 2002, donde se proyectó en la sección Quincena de los Realizadores, y dejó una excelente impresión en el público, mientras la crítica alabó su estética y la comparó con la aplaudida «Amelie», de Guillaume Laurant y Jean Pierre Jeunet. «Nada» fue el primer filme cubano exhibido en Cannes. En 2005, el segundo largometraje de Juan Carlos Cremata, «Viva Cuba», recibió el Grand PRIX Ecrans Juniors, y se convirtió en la primera película cubana en recibir un premio en el prestigioso festival francés.

Ficha técnica
Título: Nada +
Título original: Nada
Dirección: Juan Carlos Cremata Malberti
País: Cuba, España, Francia, Italia
Año: 2001
Fecha de estreno: 18.07.2003
Duración: 90 min.
Género: Comedia
Reparto: Thais Valdés, Nacho Lugo, Daisy Granados, Paula Ali, Verónica López, Luis Manuel Iglesias, Raúl Eguren, Edith Massola, Raúl Pomares, Susana Alonso
Productora: Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC), Canal+ España, DMVB Films, IntraMovies, Marvel Movies, PHS Films

Imágenes de la película:

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Breve trivia
Todos los nombres de los personajes comienzan con «C». De eso me di cuenta luego de ver la película cinco o seis veces. Cada vez que la veo descubro algo nuevo.

Un bonus
Lo bueno de Internet es que puedes encontrar las cosas que menos imaginas. Por ejemplo, encontré algunas de las cartas que Carla Pérez reescribe. Esta está dirigida al Profesor Calzado, un sicólogo que tiene un programa de televisión:

Querido Profesor Calzado,

La soledad no se quita con una sonrisa. A veces, ni siquiera una muchedumbre enardecida calma la soledad.

La soledad es una enfermedad que se mete por los huesos, y se lo digo por experiencia propia, Profesor Calzado. Y permítame decirle también que no hay fórmula ni palabra ni ley que puedan aplacar el dolor que es estar solo.

Así como riendo el hombre alcanza el cielo y se pierde en las nubes, cuando llora se hunde en lo más profundo e intrincado, se disminuye, se vuelve nada.

¿Ha visto usted correr una lágrima como un río, como el mar, el océano todo, indetenible, violento? ¿ Ha sentido alguna vez abandono, depresión, incertidumbre, miedo, vergüenza o repugnancia?

Sólo el que ha llorado comprende el llanto ajeno. Sólo el que sufre sabe de la angustia, de la agonía, de la tristeza. La pena no es una etiqueta que se arranca. Usted vive una vida imaginaria, Profesor Calzado.

Sinceramente suya, una oyente.

PELÍCULA ALTAMENTE RECOMENDADA

(«Si todo el mundo se va, nadie cambiará nada, nunca».)

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Blanca Kais, como la turmalina

Cayena.com.do

Cayena.com.do

La portada de Cayena trae hoy la entrevista que le realicé a la escritora dominicana Blanca Kais Barinas. Pueden acceder al texto completo en el sitio de la revista.

ARM: San Cristóbal te debe mucho. Allí presides el Centro Duartiano y tu labor con los jóvenes, como directora de la Casa de la Cultura, es meritoria.

BK: Bueno, espero que sea meritoria. Necesitamos relevo, a la juventud le hace falta orientación y apoyo. Uno se desespera porque quiere hacer más… Tengo dos experiencias hermosas. A veces llamo a los niños limpiabotas del parque para leerles cuentos. Un día uno de ellos se me quedó mirando muy atento, y al preguntarle por qué me miraba así, me dijo: “es que yo nunca había oído un cuento”. En otra oportunidad fui a una escuela de barrio, de bajos recursos, a dar una charla sobre la importancia de la lectura. Cuando iba por la calle, un niño me gritó: “¡Blanquita, Blanquita, ya tengo un libro!”. Él lo expresaba como si tuviera un tesoro, como si fuera un premio. Para mí resultó ser el mayor premio, ver que un niño, a quien yo incentivé a leer, ya estaba leyendo. Eso es bello.

ARM: ¿Cómo te sientes al ver crecer a tus alumnos en el mundo artístico?

BK: Es una bendición asistir a sus exposiciones, verlos iniciarse en los caminos del arte y hacerse hombres y mujeres de bien. Muchos de esos jóvenes se han destacado en la literatura, en sus actitudes ante la sociedad. El trabajo ha sido duro, difícil, pero he visto los resultados.

Ámame como soy

Ámame como soy, tómame sin temor,

tócame con amor, que voy a perder la calma.

Bésame sin rencor, trátame con dulzor,

mírame, por favor, que quiero llegar a tu alma.

Amar es un laberinto que nunca había conocido,

desde que yo dí contigo quiero romper ese mito.

Quiero salir de tu mano venciendo todos los ritos,

quiero gritar que te amo y que todos oigan mi grito.

Ámame como soy, tómame sin temor,

tócame con amor, que voy a perder la calma.

Bésame sin rencor, trátame con dulzor,

mírame por favor que quiero llegar a tu alma.

Lo bello es lo que ha nacido del más puro sentimiento,

lo bello lo llevo dentro, lo bello nace conmigo.

Yo quiero sientas conmigo tan bello como yo siento,

juntar esos sentimientos y hacer más bello el camino.

(«Ámame como soy», Pablo Milanés y Gal Costa. Del disco Pablo Querido, 2001.)

Ciclos

"Final Sunset" by Andrey Klenin

"Final Sunset" by Andrey Klenin

Voy naciendo, me doy a la luz, tal vez amanezco. Acudo a satisfacer las urgencias, indago las razones por las que he surgido. No hallo respuestas, aún es demasiado temprano. Veo hacia adentro. Es la hora de la contemplación, observar el espacio que ocupo y el que me rodea. Espanto el humo de los ojos. Ante mí aparecen los primeros destellos, los contornos de las cosas.

Y no sé qué decir…

He nacido maduro, lo sabía todo desde antes de ser, desde que era semilla. Seré fugaz, efímero, una huella en el tiempo, ¿o acaso seré eterno? Pronto recordaré que esta es otra reencarnación. Ya diviso la superficie de mi existencia, me apodero de nuevos matices, nuevos compases, nuevos vestigios letales.  Ando. Locomoción. Los primeros pasos son inseguros. Ahora pienso. No sé, siempre pensé, pero ahora pienso despierto. Se suceden los entornos, cambian, los transformo.

Conozco sensaciones, percibo ruidos y silencios. Aprendo a nutrirme de algo no material, descifro sus ondulaciones. Esta puede ser la mejor de mis vidas. Sudo. Me estiro. Sufro. Me conmuevo. Me aproximo a las verdades, pero ellas se evaporan, son incompletas. Entonces hago como que no existen.

Los rumbos me sacuden. Sonrío. El mundo me explora. Me entrego. Viajo. Conozco la velocidad. El mundo me acaricia. Salpico. Me verifico: soy amorfo con un gran bullicio interior. Prolongaciones me surgen y desaparecen. Sigo viajando. El mundo me amolda, no quiero, no lo he pedido… No puedo luchar, soy inofensivo. El mundo es hostil, ya lo sabía.

Escalo troncos podridos. Ahora me precipito. Soy lluvia que hostiga a las mariposas. Me elevo, planeo. Me sumerjo. Nado. Pez no sentenciado a la red. Naturaleza infinita. Padezco las temperaturas. Expulso la savia de vidas anteriores. Prefiero ser incorpóreo, me cristalizo. Voy llegando al final del camino que conduce a lo eterno. Me dispongo a salir del mundo por uno de sus poros. Ya no siento mi cuerpo. Mi mente se va separando. Mi espíritu se va desprendiendo.

Adiós, caparazón.

© Adrian R. Morales