Abrazar es la respuesta
octubre 26, 2008 1 comentario
Hace poco me regalaron este escrito y lo quiero compartir con ustedes:
«Vigila tus pensamientos, estos se convierten en palabras. Vigila tus palabras, estas se convierten en acciones. Vigila tus acciones, estas se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos, estos se convierten en carácter. Vigila tu carácter, este se convierte en tu destino«.
Quizás me siento de esta manera porque a mi esposa se le conoce cariñosamente como «La feliz abrazadora». Si algo se mueve, ella se detiene y lo abraza, si no se mueve, le quita el polvo y lo vende. Sin embargo, existe otra razón para que yo crea que abrazar es la respuesta.
Según Greg Risberg, del Instituto Médico Universitario Noroccidental de Chicago, entre los beneficios sicológicos de abrazar están la reducción de la presión sanguínea y el incremento del oxígeno en la sangre. Asegura que todos tenemos una «piel sedienta», y que se nos escapa una parte vital de nuestra salud si no participamos seriamente de los abrazos.
El especialista sostiene que cuatro abrazos diarios son los requerimientos mínimos para calmar esa piel sedienta. Desde mi perspectiva, necesito mucho más que cuatro. Stanley Simon, de la Universidad de Massachusetts, dice que «abrazar es más que demostrar cariño. Esta práctica parece mantener saludables a las personas. La piel es el órgano sensorial más grande del cuerpo. Si no está suficientemente estimulado, es posible llegar a experimentar una sensación dolorosa.»
En el caso de los maridos, les diré algo acerca de sus esposas. A ellas les encantan los abrazos, pero se resienten si sus esposos no les hacen caso en todo el día para luego darles toda su atención cuando las luces se apagan en la noche. Ellas quieren un abrazo cuando un abrazo es todo lo que ustedes tienen en la mente.
No necesariamente desean que el abrazo sea largo y en ocasiones no precisan que sea insinuante o sensual. El abrazo en realidad significa: «Te amo, disfruto estar cerca de ti, eres importante para mí, espero pasar más tiempo contigo». Un antiguo dicho dice que las acciones hablan más fuerte que las palabras. Tomarse unos pocos segundos varias veces al día, para recibir y dar esos abrazos, habla a todo volumen.
(Autor: Zig Ziglar)
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