Llega Juanes con La Vida World Tour

Recuerdo que cuando llegué a Santo Domingo, Juanes acababa de dar un concierto el día anterior. Por eso la noticia de su presentación en el Palacio de los Deportes me viene como anillo al dedo. Esta vez no me lo pierdo. La cita es el 15 de noviembre, a las 8 de la noche. Nos vemos allá para cantar a todo volumen «Fíjate bien», «Gotas de agua dulce», «La camisa negra», «Es por ti», «Podemos hacernos daño», «Odio por amor» y otros tantos temas de este excepcional cantautor colombiano. No se me puede quedar fuera «Mala gente», una de mis favoritas.

MALA GENTE

Tú me pides que seamos solo amigos amigos
Y a mí no me interesa ser tu amigo
Tú me dices que este amor te sabe a malo
Qué malo que dices eso, pero qué bueno que se acabó

Mala gente
Te burlaste de mis sentimientos y ahora te lamentas
Mala gente
Vas a pagarla caro porque a mí tú ya no me interesas

Mala gente
Porque tú eres una mentirosa y una
Mala gente
Y en el infierno enterita enterita te vas a quemar!

Tú me pides que regrese ahora ahora
Y ahora es a mí a quien lo le importas
Tú me pides que seamos más que amigos amigos
Y amigos para qué si no hay cariño

Hoy por fin me he dado cuenta de tu engaño
De tu mala calaña y tanto mal que me hiciste tú…

P.S.: A modo de trivia… Los héroes preferidos de Juanes son Metallica, Pink Floyd, U2, Led Zeppelin y Silvio Rodríguez.

Anuncio publicitario

Oportunismo y bajeza

La sección que había inaugurado hace unas semanas continúa con estas dos entradas:

Oportunismo

m. Actitud que aprovecha las circunstancias momentáneas para el propio interés:
Ha llegado a ocupar ese puesto por su oportunismo.

Bajeza

1. f. Característica de lo que es indigno o despreciable:
Has actuado con tanta bajeza que me avergüenzo de ti.

2. Hecho o acción indigna o despreciable:
Su bajeza será muy comentada.
(Fuente: WordReference.com)

205 poemas inéditos de Gabriela Mistral

Mi amiga Verónica me envió por Facebook una interesante noticia. Los amantes de la poesía femenina estamos de plácemes, en especial de Gabriela Mistral, primera latinoamericana –y primera mujer en su especialidad– en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1945. Se acaba de publicar Almácigo, en el que la escritora chilena emerge «más profunda, más rica, aumentada y ampliada», al decir del poeta Luís Vargas Saavedra, editor de la antología de 205 poemas.

«Es la misma Gabriela Mistral, pero con una variedad de temas, estilos y formas que no conocíamos. A mí me sorprendió», aseveró el escritor. Entre los nuevos rasgos de Mistral, Vargas Saavedra subrayó el surgimiento de «un lirismo político» a partir de los manuscritos que heredó a su albacea Doris Dana y abiertos recién el año pasado.

«Había muy poco de eso. No había poemas específicamente a líderes, héroes o gente con sentido político. Por ejemplo un poema dedicado a Abraham Lincoln, otro a César Sandino, otro a José Martí. Son poemas que tienen todo un trasfondo político», explicó. Entre los poemas inéditos de Mistral publicados hoy surgen también los dedicados al país Vasco y la guerra civil española, a Grecia atacada por los nazis y un homenaje a Brasil.

Mistral, quien murió en 1957, hace referencia al Guernica de Picasso, pero desde su poesía. «El poema de Gabriela Mistral es religioso. Ella reza por el futuro del país Vasco, espera que el árbol reflorezca, renazca. Es un poema lleno de esperanza para el futuro. Lo que ha hecho Picasso es representar el horror. Ella lo alude, pero no ahonda en la descripción de la devastación», reseñó Vargas.

De Gabriela –cuyo nombre verdadero era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga– existen varias anécdotas en Cuba, de cuando se alojó en casa de su amiga y extraordinaria poetisa Dulce María Loynaz. Pero eso ya es tema para otra entrada. Pueden leer la reseña de la antología en su fuente original, la revista Ñ, al igual que este poema del que les adjunto solo unas estrofas:

Voy a aprenderme de tu país
la luz, el olor, la marea,
el ruedo de las estaciones
y el alimento que te sustenta,
y olor y quiebro de tus ropas,
y los días y las fiestas.

Olvidaré la que me dieron
en demente que no se acuerda
y tú olvidarás el día
en que a tu puerta llegué extranjera.

Ya no me voy con este día
ni con esta primavera,
no me verás las espaldas
huyendo como las velas.
El dolor de toda carne
se llama ausencia.

(Fragmento de La Enclavada, por Gabriela Mistral)